DOMINGO, 3 DE MARZO
¿Quién siente y cómo la pulsión apremiante por conocer, descubrir y gozar?
¿Con qué palabras se transmite ese desasosiego y esa ansiedad que hace sufrir?
Es individual e intransferible.
En este momento alguien afín la sufre y pienso en el carácter tan diverso que presenta cuando aparece.
No es identificable porque difiere y diside. No se puede participar en ella, no se transfiere.
El hambre de conocimiento y belleza reales y la adicción a evadirse por su carencia tortura a muchos quizás.
A mí me despierta compasión, complicidad y una sensación de hermandad.
Me resisto a ignorarla aunque no sufra por ello en el mismo momento que mis seres cercanos.
Y aunque no puedo, ni sé, ni sabré, desearía tanto saber paliar esa angustia.
Procuro ponerle un nombre pero no puedo nombrarla. No es repetible. Debe ser existencial.
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