DOMINGO, 14 DE DICIEMBRE
"Que no te va a tocar" le decía yo a mi padre cuando me pedía que le llenara una quiniela.
"Si me toca -me decía él a mí- te voy a dar una leche".
Yo, sentada en la silla donde no me llegaban los pies al suelo, me volvía hacia él y le soltaba:
"De 0 pesetas no quiero ninguna" o "Dáselo todo a mis hermanos y que se compren un yate" con risita incluida.
Él seguía cada semana pidiéndome que le llenara la quiniela y yo lo hacía a regañadientes y dándole otra de mis "perlas" llenas de sorna.
Con los años no ha cambiado nada respecto a mi fé en la suerte y el azar.
Anoche pensaba que ser hija suya fue mi "quiniela ganadora" a la que no jugué. Ahora que ya no está! y no puedo decírselo.
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