Año nuevo, voces nuevas, impecables, con una técnica pulcra a la que obliga la otra técnica, la del sonido.
Las grabaciones, cada vez más impolutas nos permiten comparar donde están las diferencias.
Sí, hay, hubo y habrá "retoques" en cada estudio de grabación, pero el directo grabado atestigua hoy tal como es, todo lo que está ahí.
Julia Lezhneva, rusa, de 24 años, mezzo heredera de la Bartoli me deja boquiabierta.
Mozart es su aliado, lo canta como respira, aunque el repertorio barroco sea su preferido, y Rossini su "amigo".
Aquí está, hace un año, cantando un aria de Susanna de "Le nozze de Figaro" al final del concierto.
En dos palabras: im presionante.
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