Me consideraba ya independiente pero estaba equivocada. En vista de que aquí cada trocito de cielo quiere ir por su lado, yo no voy a ser menos y me voy a declarar República Vagha. No quiero peticiones para nacionalizarse en mi embajada que luego no me pagan mis impuestos y mis potenciales jueces los dejan irse de rositas. Me pienso indignar yo sola, ya que lo sé hacer muy bien e ideas no me faltan. Bruselas aún no sabe nada, pero con la de peticiones que les llegan ultimamente, me da a mí que me van a dar fecha para cuando ya no esté en este mundo.
Bueno, mientras tanto voy a ser aconfesional y no voy a tener himno. Si la marca "Espein" me ignora, allá ella. Ya quisiera el gato lamer el plato.
SEMBRADITA ESTÁS, OYE...
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