SABADO, 5 DE ENERO
Miré hacia arriba, en el armario estaba el CINEXIN que le había pedido a los Reyes.
Tenía 8 años y ya lo sospechaba. Cuando días más tarde oí que mis dos hermanos lo estaban probando en aquella habitación cerrada, (el ruido era revelador!) monté un pollo enorme y les grité que ya sabía que estaban jugando con MI CINEXIN y que los Reyes no existen. El proyector para colmo no era lo más, una de las películas se rompió ... la publicidad engañosa, sí ... y recordé lo que había pasado un año antes.
El año anterior, con 7 años, mientras escribía la carta con una lista completa de muñecas delante del televisor para no olvidarme de ninguna, mi madre me dijo:
- "No te creas que los Reyes son millonarios y te van a traer más de una"
- "Bueno, le contesté, voy a sacar todas mis monedas de la hucha y ponérselas a la vista, a ver lo que me dejan"
Cuando me levanté aquella mañana mis monedas habían desaparecido y la muñeca no se parecía a ninguna de las que les había pedido. Mirando a mi madre le dije:
- "El año que viene no les pienso escribir y voy a ir directamente a Cartagena a comprarme las muñecas yo!"
Nadie como tú conoce tus deseos y aún así te lleva años discernir qué quieres y porqué.
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