14 ene 2013

PERSPECTIVAS

 LUNES, 14 DE ENERO 




El lugar donde vivimos nos marca y el lugar donde hemos crecido aún más.
Existe un blog llamado Berlunes donde gente que vive en Berlín escribe sobre esa ciudad y sus aspectos determinantes. 
El blog está escrito en español y en el colaboran varias personas. El adjetivo preferido para describir la ciudad es cool.
La traducción en español "chulo" o "guay" no tiene el tono de indolencia e indiferencia del término inglés. "Cool" tiene un matíz más atractivo, implica "detachment", y la gente cuando lo usa tan frecuentemente nos revela lo desesperadamente atractiva que quiere ser. 
Gente entre los 20 y los 30 llena la ciudad en busca de un futuro ... si puede ser "cool". Es refrescante y a la vez profundamente provinciano, y en las entradas y en los comentarios, a veces mordaces y muchas veces sectarios, se presume de saber de lo que va el rollo en Berlín. Es una ciudad tan difícil de describir y tan marcada por la historia, que tildarla de cool es como llamar "gatito manso" a una pantera.

El año pasado leí un artículo sobre un músico australiano que vivió en Berlín y que, tras unos meses, se alegraba de haber vuelto a Australia para volver a "saber lo que vale un peine". 
Todo el ambiente jóven, creativo, "artístico" con música, cine y moda de lo más cool aderezadas con sustancias, que aumentaban esa indolencia de la que hablo, le había saturado el coco. Es divertido leer el artículo. Proporciona perspectiva y nos hace pensar en cómo define nuestra vida el grupo de gente que nos rodea.


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